Segundo, los emprendedores «salen a la calle» para probar sus hipótesis preguntando a los potenciales clientes. Preguntan sobre el producto, sus características, precios, los canales de distribución y sobre su idea en general.
Después hacen un producto mínimo viable. Es decir una primera versión de su producto con el que siguen preguntando a los cliente buscando su feedback.
En base a lo que les vayan diciendo los clientes, iteran o pivotan, hacia una nueva hipótesis que tienen que probar de nuevo y así sucesivamente.