Uno de los errores en los que incurren los empresarios y emprendedores es centrar sus esfuerzos en planificar objetivos y metas sin haber definido antes la misión, visión y valores de la compañía. Sin embargo, estos tres aspectos representan los pilares de cualquier negocio, su ADN, y por tanto deben actuar como guía para establecer cualquier otro aspecto empresarial. De lo contrario, sería como construir una casa sin cimientos; por muy bien diseñadas que estén las paredes, las ventanas, la distribución y la cubierta, la vivienda acabará desmoronándose como un castillo de naipes.
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¿Qué son la misión, visión y valores de una empresa?
Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a la misión, visión y valores de una compañía? Aunque es habitual confundir estos conceptos, se trata de realidades diferentes.
Así, la visión de la empresa se traduce en la razón de ser del negocio. Debe recoger el propósito final que se pretende conseguir con el proyecto, es decir, cuál va a ser la aportación que hará a la sociedad. Como señalan Warren Bennis y Burt Nanus en Leaders: The Strategies for Taking Charge, la visión se corresponde con “una imagen mental del estado futuro deseable”. Por ejemplo, la visión de Google consiste en facilitar el acceso universal a la información a través de internet.
En cambio, cuando pienses en la misión de tu compañía debes meditar en cómo vas a conseguir convertir la visión en una realidad. “Es el elemento que da la razón de ser y que indicará qué es lo que hacemos, hacía dónde está dirigido nuestro esfuerzo y aquello que nos hace diferentes”, señala Edgar J. Taylor en el artículo Misión, visión y valores. Siguiendo con el mismo caso, en Google, la misión se traduce en organizar la información y ponerla a disposición de los internautas con un solo clic.
Por su parte, los valores de la organización comprenden un conjunto de principios sobre los que debe girar el desarrollo empresarial para aplicar la misión en el presente y conseguir la visión en un futuro. “Son las creencias y conceptos básicos de una organización y como tales, forman la médula de la cultura corporativa”, sostienen Terrence Deal y Allan Kennedy en Corporate Cultures: The Rites and Rituals of Corporate Life. En este sentido, rapidez, precisión, atención al cliente, innovación y facilidad de uso son los valores sobre los que se construye el universo Google.
¿Por qué es importante definir la misión, visión y valores?
Aunque pueden parecer conceptos demasiados abstractos para tener un impacto directo en la marcha de tu negocio, lo cierto es que la misión, visión y valores de cualquier compañía son claves en el éxito empresarial. De hecho, definir adecuadamente esta ‘declaración de intenciones’ tiene un reflejo directo en múltiples aspectos:
- Enfocan el esfuerzo humano hacia una dirección común. Lamentablemente, el 95% de los profesionales no comprenden la estrategia de las organizaciones para las que trabajan, de acuerdo con la investigación The Strategy-Focused Organization, lo que genera confusión en la plantilla sobre qué hacer y cómo hacerlo. Sin embargo, cuando todos los integrantes de la empresa tienen claro cuál es la misión, visión y valores, es mucho más fácil que los profesionales puedan realizar su trabajo para lograr los objetivos. “Las personas están dispuestas a cumplir con sus funciones cuando entienden claramente lo que se les pide”, sostienen Jack Zenger y Joseph Folkman en el artículo 3 Ways To Drive For Results And Still Be Likable.
- Mejoran la motivación del capital humano. Del mismo modo, este conocimiento de la misión, visión y valores de la compañía provoca que los empleados puedan sentirse identificados y desarrollen un profundo sentido de pertenencia a la organización. De hecho, según el estudio Recognition Linked to Core Values Delivers Increased ROI de GloboForce, ocho de cada diez empleados sostiene que los valores en la empresa refuerzan su compromiso con la compañía.
- Contribuyen a la captación de talento. Si tienes una misión, visión y valores bien definidos, podrás atraer y retener a profesionales que compartan tu propuesta, mejorando el branding de la compañía y permitiéndote seleccionar a los mejores perfiles. Recuerda que casi nueve de cada diez trabajadores se siente satisfecho con su situación laboral cuando conoce estos principios, frente al 54% que no los sabe identificar, según este último informe.
- Disparan el rendimiento laboral. Con una plantilla enfocada, motivada y altamente cualificada, la productividad de los trabajadores aumenta. Tanto es así que la misión, visión y valores son la primera de las 12 dimensiones que los profesionales valoran a la hora de evaluar su compromiso e implicación, de acuerdo con el Barómetro del compromiso en España.
- Fidelizan al resto de grupos de interés. Ese sentido de pertenencia no es exclusivo de los empleados, sino que también se extiende al resto de stakeholders, desde los provedores o inversores, hasta los propios clientes. ¿Sabías que el 64% de los consumidores tiene en cuenta la misión, visión y valores de las marcas a la hora de comprar?
- Incrementan los resultados económicos. Sumando todos estos beneficios, intuirás que la relación de la misión, visión y valores también tiene un efecto en la cuenta de resultados, mejorando el retorno de la inversión del negocio.
¿Cómo establecer la misión, visión y valores de tu empresa?
Consciente de la importancia de la misión, visión y valores de empresa, ¿cómo puedes fijar cuáles son los tuyos?
En el caso de la misión, debes preguntarte qué hace tu compañía, qué aporta como valor diferenciador. Por ejemplo, para Coca Cola, su misión es “refrescar el mundo, inspirar momentos de optimismo y felicidad y crear valor y hacer la diferencia» . Ten en cuenta los siguientes factores a la hora de definirla:
- Debe ser corta y precisa. Se trata de plasmarla en una sola idea fácil de comprender para todo el mundo.
- Debe ser inspiradora. No olvides que es fundamental que la misión motive a trabajadores, consumidores, proveedores…
- Debe ser genuina. No caigas en el error de usar conceptos genéricos o copiar la misión de otras compañías; busca esa misión que realmente hable de tu empresa, de lo que la hace diferente.
- Debe ser relevante. Esto significa que tu misión debe explicar cómo beneficia a la sociedad.
A la hora de concretar la visión, plantéate qué quieres lograr con tu negocio, dónde te gustaría estar y cómo te gustaría que fuera considerada la empresa en el futuro. Para Coca Cola, su visión es ser un buen lugar para trabajar, donde se elaboran bebidas de calidad que anticipan y satisfacen los deseos y necesidades de los consumidores con las que maximizar la rentabilidad sin dejar de lado su compromiso social y medioambiental. Así, establece la visión siguiendo estos parámetros:
- Debe proyectarse al futuro. No se trata de lo que hace la compañía, sino de en qué quiere convertirse.
- Debe ser clara y realista. Procura que la visión sea concreta y plantee metas alcanzables.
- Debe ser coherente. La visión siempre debe estar en concordancia con la misión de la empresa.
Por último, cuando plasmes los valores de tu negocio, cuestiónate los principios que deben regir cualquier acto de la empresa. Liderazgo, colaboración, integridad, responsabilidad, pasión, diversidad y calidad son los elegidos por Coca Cola. En tu caso, ten en cuenta los siguientes requisitos:
- Deben ser consecuentes. Deben estar alineados con los otros dos conceptos.
- Deben ser convincentes. Esto supone que los valores deben representar realmente esos principios en los que la empresa cree.
- Deben ser significativos. No se trata de reunir una serie de ideas vagas o que suenen bien; han de ser relevantes para conseguir la misión y visión.
- Deben ser medibles. Los valores tienen que poder evaluarse periódicamente para saber que la actuación de la empresa no se ha desviado del camino marcado.
En definitiva, se trata de perfilar el ‘alma’ de la compañía y aplicarla en la toma de decisiones a todos los niveles, desde el establecimiento de objetivos estratégicos, hasta la política de contratación o de atención al cliente. Como dijo Albert Einstein, “No intentes convertirte en un hombre de éxito, sino más bien en un hombre de principios”.
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