El sector inmobiliario avanza a pasos agigantados en lo que a marketing se refiere. Se trata de un sector cada vez menos presencial que se está trasladando al ámbito digital para aprovechar el tirón de las redes sociales, las apps y demás.
Hablamos de una evolución lógica ya que cuando alguien busca una casa lo más inmediato es teclear una frase en google y pasar la tarde investigando dotaciones, precios, localizaciones…
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El último paso de tus clientes potenciales va a ser acercarse a tu agencia inmobiliaria a mirar, y cuando lo hagan será con una idea en la mente bastante clara de lo que quieren.
La importancia de causar una buena primera impresión
Por ello tienes que estar seguro de causar una primera impresión positiva y esto se decide en los primeros 7 segundos.
Todos tenemos una imagen en mente bastante clara de cómo suele ser la agencia inmobiliaria de tu barrio. Esto ayuda a reconocer tu negocio, pero hemos llegado a un punto en el que no necesariamente tiene esto que se tratarse de un punto positivo.
En marketing hablamos siempre de seducir a nuestros clientes incluso antes de que sepan lo que realmente van buscando. Por supuesto nadie va a comprarse una casa simplemente por la forma en la que decores tu escaparate, pero si trabajas ese impacto visual inicial puede que ya tengas la mitad de tu trabajo hecho.
Realizando una pequeña encuesta sobre qué elementos espera alguien encontrar o no en una agencia inmobiliaria quizás no resulte tan sorprendente conocer respuestas como que esa práctica tan instituida en el sector, consistente en pegar fotocopias de las fichas de cada inmueble en el cristal del escaparate, no goza de un reconocimiento tan extenso.
Si lo analizamos bien, ni siquiera es práctico. En muchas ocasiones estas fotocopias se extienden a pequeñas ventanas o a la puerta de entrada en el caso de que esta también sea de cristal, impidiendo la visibilidad de tus clientes hacia lo que hay dentro.
Tu cliente busca un hogar, un lugar cómodo en el que sentirse seguro. No necesita que le bombardees visualmente con fichas (no olvides que el 90 % del contenido de esas fichas son cifras y letras) y que para colmo le impidas echar un vistazo al interior, que a fin de cuentas es lo que tiene que atraerle pues a una agencia de este tipo nos dirigimos cuando tenemos la intención de establecer un contacto humano con el encargado y, quizás, pasarnos parte de la tarde conversando y explorando opciones.
Por ello no sería extraño que, en lugar de mirar como posesos las fichas de cada vivienda en el escaparate, tus clientes prefieran saber antes de entrar qué aspecto físico tiene el encargado o, subconscientemente, si los sillones parecen lo suficientemente cómodos.
Reserva para tu escaparate un buen diseño visual que sirva como marco a lo que se puede encontrar en el interior y, una vez dentro, no esperes para recibirle con tu mejor saludo. Tampoco sería mala idea ofrecerle un aperitivo, un café o un refresco dependiendo del clima. ¡Cada detalle cuenta!
¿Te gustaría ahorrar tiempo en la gestión de tu agencia?
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